Estoy aquí ante ustedes prometiendo ser digno del poder que aun no tengo, tomando todo para dar nada.
Soy el ángel desterrado de ambos mundos juzgado por nadie y querido por la nada, que me abraza con su indiferencia.
Soy Ayazaved; el que arde mientras extiende sus alas de penumbra, el que busca ser aprendiz del fuego y comenzar con una nueva creencia.